Este texto trata básicamente dos problemáticas complementarias: una referida al racismo y otra en la que desarrollo críticas a corrientes teóricas generadas entre 1970 y 1990. En el caso del racismo, si bien consideramos que es previo al desarrollo del capitalismo, sostenemos que ha constituido hasta la actualidad una de las principales estrategias de exclusión, subordinación y hegemonía del sistema capitalista, inclusive durante el periodo neoliberal. Subrayamos la continuidad etnocentrismo/racismo, dado que en determinadas situaciones los etnocentrismos inherentes a toda sociedad pueden derivar hacia distintas formas de racismo. Correlativamente, sostenemos que las corrientes teóricas señaladas se caracterizan no solo por ignorar el racismo, sino por su relativismo, ahistoricismo y presentismo, y que estas pueden ser usadas por las políticas neoliberales a través del papel dado a las diferencias, por la escasa referencia o directamente desinterés por las desigualdades socioeconómicas, así como por su negación de la problemática de la verdad.