El presente artículo explora algunas dimensiones del cuidado familiar en contextos de enfermedad, específicamente en situaciones de cáncer de cuello uterino en el Perú. Se analizan tres dimensiones del cuidado familiar: una primera relacionada con las funciones del cuidado, las tareas que desempeñar y el tipo de cuidados que supone; una segunda relacionada con las motivaciones que impulsan a las mujeres o demás miembros de la familia a hacerse cargo de los cuidados principales; y una tercera relacionada con los significados de un cuidado correcto, un ideal de cuidado. Si bien la expresión cuidado familiar nos invita a pensar en un cuidado compartido por cada uno de los miembros que la componen, este se presenta engañoso e invisibiliza todo el trabajo que desempeñan unas pocas protagonistas que se ven desbordadas a medida que avanza el proceso de la enfermedad. El deber moral y social adjudicado a las mujeres como cuidadoras las obliga a no descuidar ninguno de los campos donde participan —la familia, el trabajo y la enfermedad—, lo que conlleva una sobrecarga de responsabilidad, algún descuido ineludible y, finalmente, una serie de dilemas que cuestionan su papel como cuidadoras y mujeres.