Desde que comencé a trabajar con la significación de los cuentos maravillosos en materia de género, creí que tarde o temprano tendría que enfrentarme con la más monumental y mejor estructurada recopilación de narrativa fantástica femenina, la colección de cuentos islámicos del siglo xiv narrados por Sherezade en Las mil y una noches, producida en un siglo que asistió también a las grandes recopilaciones de narraciones cortas de nuestra cultura: El Decamerón de Boccaccio y los Cuentos de Canterbury de Chaucer. Los obstáculos eran muchos. Escaso conocimiento del árabe y poco trabajo directo en zonas musulmanas no eran los menores. Pero un conjunto de relatos es un mensaje en sí mismo, y pueden proponerse claves de desciframiento, aunque provisorias, a partir del análisis interno, correlacionándolo con otras fuentes secundarias y observación directa.
Desde que comencé a trabajar con la significación de los cuentos maravillosos en materia de género, creí que tarde o temprano tendría que enfrentarme con la más monumental y mejor estructurada recopilación de narrativa fantástica femenina, la colección de cuentos islámicos del siglo xiv narrados por Sherezade en Las mil y una noches, producida en un siglo que asistió también a las grandes recopilaciones de narraciones cortas de nuestra cultura: El Decamerón de Boccaccio y los Cuentos de Canterbury de Chaucer. Los obstáculos eran muchos. Escaso conocimiento del árabe y poco trabajo directo en zonas musulmanas no eran los menores. Pero un conjunto de relatos es un mensaje en sí mismo, y pueden proponerse claves de desciframiento, aunque provisorias, a partir del análisis interno, correlacionándolo con otras fuentes secundarias y observación directa.