En este artículo, se plantea el papel actual de la mujer en el desarrollo agrario de Cataluña. El objetivo de esta investigación es el estudio de la inclusión y del reconocimiento de la mujer en el sector agrario, concretamente dentro del mundo vitivinícola, desde una perspectiva de género. La metodología se ha basado en una estrategia mixta: se analizan fuentes secundarias documentales y estadísticas, así como entrevistas en profundidad realizadas a informantes cualificadas. Entre los resultados principales, está la descripción del rol dinamizador de las mujeres como nuevo actor social en los territorios rurales, a partir de la transformación de la familia agraria tradicional. Se concluye que en Cataluña existe un segmento de mujeres titulares de pequeñas explotaciones vitivinícolas que generan empleo, aunque tienen bajos niveles de rentabilidad. Por ello, las instituciones pertinentes podrían incidir con medidas económicas y territoriales aplicadas selectivamente que generen visibilidad y bienestar social. Esto ayudaría a que el mundo rural y agrario en general volviera a sus orígenes desde el sentido común, la conectividad entre agentes, el empoderamiento y la creación de redes en las que las mujeres sean grandes protagonistas. Lograr una sociedad avanzada en todos los aspectos es fundamental para cerrar la brecha de género actual en la agricultura.
En este artículo, se plantea el papel actual de la mujer en el desarrollo agrario de Cataluña. El objetivo de esta investigación es el estudio de la inclusión y del reconocimiento de la mujer en el sector agrario, concretamente dentro del mundo vitivinícola, desde una perspectiva de género. La metodología se ha basado en una estrategia mixta: se analizan fuentes secundarias documentales y estadísticas, así como entrevistas en profundidad realizadas a informantes cualificadas. Entre los resultados principales, está la descripción del rol dinamizador de las mujeres como nuevo actor social en los territorios rurales, a partir de la transformación de la familia agraria tradicional. Se concluye que en Cataluña existe un segmento de mujeres titulares de pequeñas explotaciones vitivinícolas que generan empleo, aunque tienen bajos niveles de rentabilidad. Por ello, las instituciones pertinentes podrían incidir con medidas económicas y territoriales aplicadas selectivamente que generen visibilidad y bienestar social. Esto ayudaría a que el mundo rural y agrario en general volviera a sus orígenes desde el sentido común, la conectividad entre agentes, el empoderamiento y la creación de redes en las que las mujeres sean grandes protagonistas. Lograr una sociedad avanzada en todos los aspectos es fundamental para cerrar la brecha de género actual en la agricultura.