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Pertenece a la colección DOC:SerieGeneralPMHM
TÍTULO:
La ruptura del silencio. Historia de la mujer en la literatura española - DOC:134
Handle: https://hdl.handle.net/20.500.11797/DOC134

Estudiante:Ortí Chacón, Elisa
Título en la lengua original:La ruptura del silencio. Historia de la mujer en la literatura española
Resumen:Buenas tardes, mi nombre es Elisa Ortí y solo quiero haceros una simple pregunta: ¿Hay alguien aquí que no conozca a Miguel de Cervantes?, ¿nadie? Bien, ¿saben quién es Federico García Lorca? Sí, efectivamente, y pondría ambas manos en el fuego que también conoceréis a Antonio Machado, Miguel Delibes, Fray Luís de León y otros. Pero ¿y si os hablo de Florencia Pinar? Nadie, ¿verdad? Nombres como Beatriz Bernal, Teresa de Jesús y Mariana de Carvajal son imposibles de encontrar en nuestra memoria. ¿Y por qué?, porque nunca han estado en ella. La sociedad medieval era predominantemente masculina, aunque existía una presencia constante de lo femenino ? en la vida cotidiana los hombres tenían madres, esposas e hijas ? , que estaba siempre ahí, siempre presente. El pensamiento masculino procedía, como en tiempos anteriores, de los sitios donde la inferioridad de las mujeres se daba por sabida y entendida. La mujer en la Edad Media fue concebida de formas muy distintas. Inicialmente, se la veía como el vivo reflejo de Eva, por lo cual era un tanto despreciada, vista como culpable y pecadora, como la responsable de todo lo malo que se vivía en el mundo. Tiempo después, este negativismo cambió y se instauró en la sociedad la imagen de María, la madre de Dios, la virgen como el modelo que debían seguir para las doncellas y religiosas, con lo cual la imagen femenina pasó a ser un tanto idealizada. Finalmente, apareció una tercera imagen a la que se vincula el tema de la redención de los pecados, que es la de Magdalena. De esta mujer pecadora ? durante este periodo de la Edad Media, en el que la mayor parte de la sociedad europea era cristina, con creencias que reflejaban sus leyes y sus pautas de conducta ? nace una mujer inferior al hombre y este tiene la obligación y el derecho de dominarla. Sin embargo, al final de la Edad Media, la mujer empieza a ser más valorada en algunos aspectos y estratos de la sociedad. Es difícil en estas primeras épocas dar con aportaciones específicamente femeninas, pues buena parte de la producción cultural va a estar en manos de hombres. Así pues, en primero de bachillerato empecé a pensar en posibles temas para mi trabajo de investigación. Para reducir la lista, me hice una sencilla pregunta: Si tuvieras que elegir una entre las miles de cosas que te gustan en este mundo, ¿cuál sería? Y así fue como, al saber que la respuesta había sido la palabra «literatura», acabé hojeando un libro de secundaria de la materia Lengua y Literatura Castellanas. Entonces, caí en la cuenta de que desde pequeños la mayoría de nombres de escritores españoles que leemos y aprendemos en los libros de primaria y secundaria son nombres masculinos. Pero ¿y los femeninos? Fue en ese momento cuando descubrí a qué, realmente, quería dedicar este trabajo. Es durante ese tiempo cuando reuní, observé e ilustré en este trabajo aspectos tan silenciados como las pobres posibilidades de escribir que poseían las mujeres del siglo xv y las miserias que los escritores de esa época escribían sobre ellas. Conocer, descubrir, sacar a la luz sus fines y sus logros, y reconocerles sus méritos ha sido uno de los objetivos de esta investigación. Este trabajo ha identificado y analizado qué modelos, roles o arquetipos femeninos se han fijado o difundido, con la finalidad de averiguar si se trata de una imagen real, ideal, crítica y/o reivindicativa. También se ha realizado un estudio diacrónico de los modelos e imágenes de la mujer para vislumbrar cuáles han sido sus avances, estancamientos y/o retrocesos, pasando por los principales movimientos de la literatura. Por un lado, se ha comprobado que las mujeres literatas han reivindicado determinados tipos de mujer. Por lo tanto, se puede afirmar que los estereotipos femeninos que aparecen en las obras escritas por mujeres son diferentes a los que aparecen en las obras escritas por hombres. Por otro lado, el papel de la mujer literata, desde la Edad Media hasta la época contemporánea, ha ido cambiando, y se ha mostrado cómo, al principio, la sociedad impedía a las mujeres expresarse mediante la literatura. También se ha observado que la imagen de los personajes femeninos es, al principio, una imagen ideal de la mujer, pues solo alberga ilusión en su mente; pero, más adelante, dicha imagen ideal se transforma en real, debido a que la sociedad le ha ido permitiendo pequeños avances y cada vez la mujer ha tenido un papel más relevante. La consecución de los derechos que disfrutan en la actualidad las mujeres del mundo occidental se ha debido a los esfuerzos de muchas de ellas, que durante los siglos han trabajado para conseguirlos. Por este motivo, se podrían ampliar las líneas de investigación y relacionar los resultados del estudio con los obtenidos en otras disciplinas, como cine, publicidad, prensa, revistas, sociología ? con el propósito de contribuir a un conocimiento global e interdisciplinar de esta cuestión. A lo largo de la historia han sido muchas las mujeres que se han intentado hacer un hueco en un mundo de hombres. Las costumbres, con el paso de los años, se fueron cambiando gracias a muchas de ellas ? también gracias a algún hombre ? para, poco a poco, irse acercando a la sociedad que conocemos a día de hoy, en la que, si bien es cierto que aún hay que avanzar más, se ha ganado terreno. Además, en esta investigación se ha mostrado una alternativa a aquellos libros y manuales que solo incluyen la autoría del hombre en la literatura castellana y dejan relegada a la mujer a un segundo plano, o ni siquiera la mencionan. Se ha llegado a la verdadera imagen de la mujer y de la mujer literata desde el comienzo de la Edad Media hasta el siglo xxi , y es un orgullo formar parte de la imagen femenina que ha permanecido y permanece en nuestra literatura. Pero, aun así, sigue siendo una lástima que no sepamos de la existencia de María de Zayas Sotomayor, quien, en el prólogo de una de sus novelas, escribió: «Quién duda, lector mío, que te causará admiración que una mujer tenga despejo, no sólo para escribir un libro, sino para darle a la estampa; porque hasta que los escritos se rozan en las letras de plomo, no tiene valor cierto.»
Idioma:Castellà
Curso académico:2016-2017
Fecha de alta en el repositorio:2020-02-07
Serie:Premi Maria Helena Maseras
URL:http://wwwa.urv.cat/ogovern/consellsocial/PSecundaria/DVD%20Secundaria%202016-17/material/17cap01.pdf
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