Paul Valéry habló del cine como de un divertissement pour ilotes. Nosotros hablábamos de la televisión como la silly box. La caja se ha hecho mayor y se ha convertido en un espejo con el que dialogamos, un día sí y otro también, una suerte de amigo invisible que acompaña nuestra soledad y vela por nuestros malestares (y que también sabe definirlos e identificarlos). Por esto nos proponemos investigar los medical dramas que no pueden ni deben reducirse a la condición de entretenimiento, incluso en aquellos casos en que la representación resulta menos valida. Lo poroso en los límites entre ficción y realidad invita a ser muy prudentes. Materiales poco rigurosos pero con un lenguaje simplista pueden tener un impacto muy superior a narrativas mucho más sofisticadas situadas en el límite del documental también en la docencia. Sin embargo, la etnografía en los medical dramas abre perspectivas de investigación en la construcción del proceso salud, enfermedad y atención y de la experiencia personal y colectiva. Tiene desde muchos puntos de vista una función cognoscitiva y formativa porque crea reflexiones, debates y permite criticar e interpretar la realidad sanitaria en la que vivimos. Si es difícil que alguien pueda convertirse en Jack Bauer, en el Almirante Adama todos los espectadores de medical dramas, tropezamos con una realidad que puede ser la nuestra, como profesionales de la salud y como pacientes. Así que reconocemos a Gregory House o a Nurse Jackie o aspectos de los hospitales y CAPs a los que acudimos.
Paul Valéry habló del cine como de un divertissement pour ilotes. Nosotros hablábamos de la televisión como la silly box. La caja se ha hecho mayor y se ha convertido en un espejo con el que dialogamos, un día sí y otro también, una suerte de amigo invisible que acompaña nuestra soledad y vela por nuestros malestares (y que también sabe definirlos e identificarlos). Por esto nos proponemos investigar los medical dramas que no pueden ni deben reducirse a la condición de entretenimiento, incluso en aquellos casos en que la representación resulta menos valida. Lo poroso en los límites entre ficción y realidad invita a ser muy prudentes. Materiales poco rigurosos pero con un lenguaje simplista pueden tener un impacto muy superior a narrativas mucho más sofisticadas situadas en el límite del documental también en la docencia. Sin embargo, la etnografía en los medical dramas abre perspectivas de investigación en la construcción del proceso salud, enfermedad y atención y de la experiencia personal y colectiva. Tiene desde muchos puntos de vista una función cognoscitiva y formativa porque crea reflexiones, debates y permite criticar e interpretar la realidad sanitaria en la que vivimos. Si es difícil que alguien pueda convertirse en Jack Bauer, en el Almirante Adama todos los espectadores de medical dramas, tropezamos con una realidad que puede ser la nuestra, como profesionales de la salud y como pacientes. Así que reconocemos a Gregory House o a Nurse Jackie o aspectos de los hospitales y CAPs a los que acudimos.
Cultura, Salud, Cine Y Televisión: Recursos Audiovisuales En Ciencias De La Salud Y Sociales. 225-255
Repository ingest date:
2024-09-07
Referència ítem seogns Normas de la APA:
Comelles, Josep M; Brigidi, Serena (2016). Etnigrafía, realidad y ficciónen los médicos y enfermeras en las series de televisión. En . Cultura, Salud, Cine Y Televisión: Recursos Audiovisuales En Ciencias De La Salud Y Sociales (pp. 225-255).