Identificador: imarina:6370549
Autores:
Reig Tapia, Alberto
Resumen:
La bondad del fin perseguido, la prevalencia del mensaje evangélico y la defensa de sus intereses materiales y espirituales posicionaron a la Iglesia española claramente en contra del orden republicano dando apoyo moral, logístico y material a las tropas sublevadas. La Iglesia, "oficialmente", no tomó partido de inmediato en contra de la Segunda República, pero la quema de cinco iglesias y conventos en Madrid —a un mes escaso de su proclamación— por turbas incontroladas y otros incidentes similares no hicieron sino reafirmar y aumentar la desconfianza, el recelo y, en definitiva, la enemistad de la Iglesia frente al régimen republicano. Contra este se posicionó rápidamente la jerarquía eclesiástica española, que lejos de mantenerse neutral, como le hubiera correspondido hacer en un conflicto civil entre hermanos, se constituyó en la principal avalista de los rebeldes, que persiguieron implacablemente a la España laica y liberal, consintió y calló sus desafueros, y dio apoyo moral a la dictadura hasta bien entrada la década de los sesenta.